STEINS GATE
Okabe le pide a Suzuha que distraiga a Tennoji para poder experimentar con los D-mails, y, aunque, su plan termina fracasando, descubren que para poder enviar D-mails necesitan que la televisión CRT de 42 pulgadas que Braun tiene en su taller para haga de lifter. Una vez ha comprendido el funcionamiento del teléfono microondas (nombre provisional), Kurisu comenta la posibilidad de, en lugar de D-mails, condensar y enviar los recuerdos de un ser humano a su yo del pasado, a lo que llama saltar en el tiempo. Okabe se dispone a ir a por las piezas que les faltan para convertir el teléfono microondas (nombre provisional) en una máquina de saltar en el tiempo, pero Kurisu parece dudar. Dice que se lleva mal con su padre, que es físico, y que si consiguiera construir una máquina de saltar en el tiempo tal vez pueda arreglar las cosas con él. Al verla así, Okabe le promete que irán a buscar a su padre juntos. Okabe deja a Kurisu y a Mayuri en el laboratorio y está comprando cuando le llega un mensaje: “sabes demasiado” y la foto de una cabeza de muñeca cubierta de sangre. Preocupado por Mayuri vuelve al laboratorio, pero por ahora sus temores han resultado ser infundados. Sin embargo, Daru le dice que en algún momento el laboratorio se ha conectado a la red del SERN, y el terror se apodera de Okabe, incapaz de ocultar su inquietud.