Poco después de despegar del aeropuerto de Heathrow, el vuelo 103 de Pan Am explota repentinamente en el cielo sobre el pueblo de Lockerbie, Escocia.
Dos aviones 737 se estrellan con años de diferencia. Las similitudes son sorprendentes, pero los investigadores están desconcertados. Un tercer accidente les da la información que necesitan.
El vuelo 1493 de US Air recibe autorización momentos antes de aterrizar. Segundos después de tocar tierra, la aeronave estalla en llamas y se estrella contra un edificio abandonado.
Minutos después de despegar de Tokio con destino a Osaka, la aleta trasera del enorme Boeing 747 estalla. Ahora el avión está fuera de control.
Para ahorrar combustible, el vuelo 007 de Korean Airlines solicita permiso para volar a una mayor altitud. Cuando la aeronave alcanza esa altitud, experimenta una descompresión rápida y cae al mar.
Un avión de pasajeros nuevo tiene un fallo inexplicable: pierde dos motores. A 10.000 metros de altura, el piloto necesita toda su habilidad, y un poco de suerte, para llevar el avión al aeropuerto.
Después de menos de un minuto en el aire, el vuelo 8509 de Korean Air Cargo se estrella en un campo al noreste de Londres. Es el quinto accidente grave de la aerolínea en solo dos años.
Dos aviones colisionan en el aire y caen en un vecindario de Los Ángeles. Hay más de 80 víctimas. Este accidente genera muchos cambios, como la forma en que se monitorean los vuelos.
El 2 de agosto de 2005, el vuelo 358 de Air France se incendia al salirse de la pista en Toronto durante una tormenta. Más de 300 personas tienen segundos para escapar del avión en llamas.
El vuelo 232 de United Airlines sufre una catástrofe después de que uno de sus motores explota, lo que provoca que el sistema hidráulico se averíe y el avión sea imposible de pilotear.
Ante las alarmas confusas, los pilotos del vuelo 301 de Birgenair luchan por recuperar el control. Sin embargo, a los cinco minutos de despegar, el avión cae al mar y mueren todos sus pasajeros.
Al aterrizar en un dique natural muy estrecho, los pilotos del vuelo 110 de TACA logran uno de los aterrizajes más extraordinarios de la historia de la aviación comercial.
Solo veinte minutos después de despegar de Taipéi, un 747 de China Airlines desaparece del radar. Se inicia una gran misión de rescate, pero no sobreviven ni los 225 pasajeros ni la tripulación.
Minutos después de despegar de Tokio con destino a Osaka, la aleta trasera del enorme Boeing 747 estalla. Ahora el avión está fuera de control.
La tripulación de un DC-9 termina en medio de una tormenta violenta. El parabrisas de la cabina se rompe. Cuando los dos motores fallan, la tripulación se ve obligada a aterrizar en una autopista.
El vuelo 801 de Korean Air se estrella a 5 kilómetros de su destino, y mueren más de 200 personas. Esta tragedia impulsa a un pasajero a luchar para mejorar la seguridad en los vuelos.
El vuelo 255 de Northwest Airlines atraviesa la pista a 270 kilómetros por hora y, apenas despega, el avión impacta contra un poste de luz, golpea un edificio y se desintegra en la autopista.
Se oyen disparos en la cabina del vuelo 1771 de Pacific Southwest Airlines y, poco después, el avión se estrella en un campo remoto de California.
Con 248 soldados estadounidenses a bordo, el vuelo 1285 de Arrow Air se reabastece en Terranova, pero tan solo unos segundos después de despegar, el avión se estrella, lo que genera una gran polémica.
Durante el aterrizaje en el infame aeropuerto de São Paulo, el vuelo 3054 de TAM Airlines recorre la totalidad de la pista a toda velocidad y se estrella contra un edificio lindero a una gasolinera.