Con 248 soldados estadounidenses a bordo, el vuelo 1285 de Arrow Air se reabastece en Terranova, pero tan solo unos segundos después de despegar, el avión se estrella, lo que genera una gran polémica.
Este episodio revive algunos de los desastres más perturbadores en la aviación, y demuestra que los problemas más mínimos pueden tener consecuencias mortales.
Después de colocarse en posición para un sobrevuelo a baja altitud en el espectáculo aéreo de Alsacia, el Airbus A320 se estrella contra un bosque y las llamas lo consumen.
La tripulación de un DC-9 termina en medio de una tormenta violenta. El parabrisas de la cabina se rompe. Cuando los dos motores fallan, la tripulación se ve obligada a aterrizar en una autopista.
El vuelo 182 de Air India desaparece repentinamente del radar, y se hallan fragmentos del avión y cuerpos en el océano Atlántico Norte. Las 329 personas a bordo están muertas a causa de una bomba.
El vuelo 423 que va de Maui a Honolulu pierde gran parte de su techo en pleno vuelo, pero logra aterrizar a salvo. El motivo del accidente está vinculado con la desaparición de una de las azafatas.
El vuelo 1951 de Turkish Airlines, procedente de Estambul, se aproxima al aeropuerto Schiphol en Ámsterdam. Sin embargo, en los últimos segundos del vuelo, el avión cae repentinamente del cielo.
A instantes del despegue, la nariz de un avión ejecutivo se eleva. La tripulación lucha por recuperar el control. El avión está a 350 metros de altura cuando entra en pérdida y cae en picada.
Se describe el accidente del vuelo 4184 de American Eagle cerca de Roselawn, Indiana, y su investigación. Este vuelo fue protagonizado por un ATR 72 que quedó atrapado en condiciones de hielo.
Luego de dos horas de retraso y casi al finalizar el viaje de 53 minutos desde Newark, Nueva Jersey, el vuelo 3407 de Continental Connection se enfrenta a una tormenta de nieve.
Un 767 secuestrado de Ethiopian Airlines se queda sin combustible cerca de las islas Comoras. El avión se precipita al mar desde una altura de 9500 metros.
Solo veinte minutos después de despegar de Taipéi, un 747 de China Airlines desaparece del radar. Se inicia una gran misión de rescate, pero no sobreviven ni los 225 pasajeros ni la tripulación.
Poco después de despegar del aeropuerto de Heathrow, el vuelo 103 de Pan Am explota repentinamente en el cielo sobre el pueblo de Lockerbie, Escocia.
Dos aviones 737 se estrellan con años de diferencia. Las similitudes son sorprendentes, pero los investigadores están desconcertados. Un tercer accidente les da la información que necesitan.
El vuelo 1493 de US Air recibe autorización momentos antes de aterrizar. Segundos después de tocar tierra, la aeronave estalla en llamas y se estrella contra un edificio abandonado.
Minutos después de despegar de Tokio con destino a Osaka, la aleta trasera del enorme Boeing 747 estalla. Ahora el avión está fuera de control.
Para ahorrar combustible, el vuelo 007 de Korean Airlines solicita permiso para volar a una mayor altitud. Cuando la aeronave alcanza esa altitud, experimenta una descompresión rápida y cae al mar.
Un avión de pasajeros nuevo tiene un fallo inexplicable: pierde dos motores. A 10.000 metros de altura, el piloto necesita toda su habilidad, y un poco de suerte, para llevar el avión al aeropuerto.
Después de menos de un minuto en el aire, el vuelo 8509 de Korean Air Cargo se estrella en un campo al noreste de Londres. Es el quinto accidente grave de la aerolínea en solo dos años.
Dos aviones colisionan en el aire y caen en un vecindario de Los Ángeles. Hay más de 80 víctimas. Este accidente genera muchos cambios, como la forma en que se monitorean los vuelos.