
Bean saltador
El Sr. Bean quiere aprender a andar en patineta, pero se lastima en el primer intento.

El Sr. Bean quiere aprender a andar en patineta, pero se lastima en el primer intento.

El Sr. Bean cree que acaba de desenterrar una moneda valiosa en el jardín trasero.

El Sr. Bean derrama en el piso, accidentalmente, todo el nuevo y costoso perfume de la Sra. Wicket.

Fascinado por el espectáculo de superespías, el Sr. Bean decide convertirse él mismo en un superespía. Cuando comienza a sospechar que los Bruisers están tramando algo, empieza a seguirlos. Más tarde, se da cuenta de que los Bruisers están metiendo a una anciana en una camioneta.

El Sr. Bean se obsesiona con los juegos después de que le presentan al sobrino de la Sra. Wicket.

El Sr. Bean quiere leer su libro, pero el intenso ruido lo interrumpe.

El Sr. Bean compra un robot para limpiar su departamento, pero acaba provocando destrucción en todo Londres.

Bean es engatusado por Irma y estimulado por sus propios celos hacia Declan, la superestrella recaudadora de fondos.

Bean sube en ascensor hasta el último piso de una juguetería, pero Teddy se queda atrapado en las puertas y atasca el ascensor.

Cada vez que Bean va a recoger el diario del buzón, este desaparece.

La magia de la alta tecnología y la sagacidad de la baja tecnología sacan al Sr. Bean de un apuro.

La búsqueda de Bean de una vida tranquila termina en un escándolo mayor.

El Sr. Bean despierta en una gélida mañana de invierno y descubre que la pava eléctrica está rota.

El Sr. Bean tiene que comprarle una taza a Teddy, pero no tiene dinero.

El Sr. Bean se distrae con los diabólicos decibeles.

El Sr. Bean está feliz y entusiasmado.

La Sra. Wicket tiene un sombrero nuevo que se parece a Scrapper.

Un pajarito quiere hacerse amigo del Sr. Bean, pero su graznido molesta a la Sra. Wicket.

El Sr. Bean está en la biblioteca para dibujar el árbol genealógico de los reyes.

Al Sr. Bean le encanta observar aves y está desesperado por marcar la última ave esquiva de su libro.