Una renovación real
El Sr. Bean redecora su habitación, haciéndola digna de una reina.
El Sr. Bean redecora su habitación, haciéndola digna de una reina.
El Sr. Bean está en un lío con la nobleza terrateniente.
El Sr. Bean descubre que toneladas de sapos pesan montones y montones.
El Sr. Bean es picoteado por una cigüeña.
El Sr. Bean da mil vueltas a la ciudad.
Decidido a tocar el piano, el Sr. Bean encuentra una melodía en su corazón y salchichas en lugar de dedos.
El Sr. Bean pierde el control de una plaga y hace una montaña con una topera.
El Sr. Bean olvida el cumpleaños de su peluche y luego le da un regalo para recordar.
Tomar sol resulta ser una actividad muy extenuante para el Sr. Bean.
Su propietaria huele pescado cuando el Sr. Bean consigue un pájaro.
El Sr. Bean descubre que la limpieza puede ser un asunto inmundo.
Bean libra una batalla perdida con una bestia alada del infierno.
Al Sr. Bean le encanta pintar. Luego varios bichos… y moscas, babosas y ratones.
Mientras busca un tesoro enterrado, el Sr. Bean cava él mismo un pozo demasiado profundo para salir.
El Sr. Bean no puede encontrar un sitio para aparcar. Entonces, se hace uno propio.
Bean descubre que, en el mundo del crimen organizado, un peluche no siempre es un peluche. A veces es un conejo.
El Sr. Bean decide convertirse en fotógrafo de vida silvestre.
El sobrino de la Sra. Wicket permanece con ella cuando gana dos entradas para un curso de expediciones al aire libre.
Bean ve a Declan llevando a Irma en su nuevo y elegante vehículo utilitario deportivo.
El Sr. Bean cree que acaba de desenterrar una moneda valiosa en el jardín trasero.