Todo lo que puedas comer
Irma viene a cenar, pero el Sr. Bean se ha olvidado y no tiene nada que cocinar.
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Bean intenta ser romántico, pero su idea de lo que eso significa difiere de la de Irma.
El Sr. Bean tiene que lidiar con un huésped no deseado en la casa, pero la rata testaruda se niega a irse.
El Sr. Bean está furioso por el mal estado de las calles, por lo que emprende una misión unipersonal de limpiar la ciudad.
El Sr. Bean desea comprar una magdalena, pero su billetera está vacía, por lo que necesita ir a un cajero automático.
Al Sr. Bean se le corta la electricidad, por lo que decide construir una turbina eólica.
El Sr. Bean tiene que comprarle una taza a Teddy, pero no tiene dinero.
El Sr. Bean se gana dos pasajes para un crucero exótico y lleva a Teddy al viaje de su vida.
El Sr. Bean tiene que cuidar el pez dorado de la Sra. Wicket.
El Sr. Bean intenta hacer su propia película casera: ¡un thriller de terror con la Sra Wicket como estrella!
El Sr. Bean conoce a su alma gemela.
El Sr. Bean se enamora de una bella cantante.
Al Sr. Bean se le ponen los ojos y dedos verdes.
El Sr. Bean redecora su habitación, haciéndola digna de una reina.
El Sr. Bean está en un lío con la nobleza terrateniente.
El Sr. Bean descubre que toneladas de sapos pesan montones y montones.
El Sr. Bean es picoteado por una cigüeña.
El Sr. Bean da mil vueltas a la ciudad.
Decidido a tocar el piano, el Sr. Bean encuentra una melodía en su corazón y salchichas en lugar de dedos.
El Sr. Bean va a comprar el TV más grande del mundo y descubre que tiene un precio acorde.