Bean sube en ascensor hasta el último piso de una juguetería, pero Teddy se queda atrapado en las puertas y atasca el ascensor.
La Sra. Wicket se vuelve irritantemente desconsolada cuando Scrapper desaparece.
Bean quiere evitar a toda costa almorzar con la mamá de Irma.
Mientras el Sr. Bean toma fotografías de la vida silvestre, ve grandes huellas de un dinosaurio.
Bean ve a Declan llevando a Irma en su nuevo y elegante vehículo utilitario deportivo.
El Sr. Bean quiere un teléfono inteligente, pero no tiene suficiente dinero para comprarlo.
El Sr. Bean está furioso por el mal estado de las calles, por lo que emprende una misión unipersonal de limpiar la ciudad.
Es un bonito día soleado y el Sr. Bean y la Sra. Wicket descansan en el jardín.
La Sra. Wicket exige que Bean la lleve a ella y a la Srta. Wince a su spa reservado.
El romance está en el aire y la novia de Bean está decidida a aprovecharlo.
La búsqueda de Bean de una vida tranquila termina en un escándolo mayor.
El Sr. Bean llega a lo alto de la escalera... y se queda atascado.
El Sr. Bean se obsesiona con los juegos después de que le presentan al sobrino de la Sra. Wicket.
El Sr. Bean cree que acaba de desenterrar una moneda valiosa en el jardín trasero.
Un rompecabezas desconcertante le está realmente rompiendo la cabeza al Sr. Bean.
El Sr. Bean no puede encontrar un sitio para aparcar. Entonces, se hace uno propio.
La Srta. Wince se lleva de vacaciones a la Sra. Wicket en su nueva y elegante casa rodante y Bean se queda atrás.
El Sr. Bean tiene que lidiar con un huésped no deseado en la casa, pero la rata testaruda se niega a irse.
El Sr. Bean se gana dos pasajes para un crucero exótico y lleva a Teddy al viaje de su vida.
El Sr. Bean descubre que la limpieza puede ser un asunto inmundo.